Se entiende por menopausia el cese definitivo de menstruación, sin embargo, el cuerpo de la mujer empieza a experimentar cambios hormonales años antes de llegar a la menopausia y estos cambios se pueden mantener años después de ella. Blog sobre la Menopausia y ganancia de peso. En este periodo, se dice climaterio.
Las alteraciones hormonales durante este periodo pueden dar lugar a varios de los siguientes síntomas:
- Precoces: sofocos, irritabilidad, cambios de humor, insomnio, aumento de la grasa centralizada, aumento de colesterol, hipertensión, cansancio, etc.
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Tardíos: obesidad, osteoporosis, aumento del riesgo cardiovascular, reducción de la funcionalidad, etc
Está justificado el miedo a la ganancia de peso durante la menopausia?
- Más apetito
- Más ansiedad (apetecido por el dulce)
- Más cansancio (menos movimiento)
- Menor metabolismo basal (se queman menos calorías por la pérdida muscular)
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Síndrome de adaptación (efecto rebote)
Obviamente, es fundamental trabajar la aceptación de estos cambios corporales, aun así, esto no quiere decir resignarse a ellos, podemos hacer mucho!
Es cierto que en esta etapa tenemos que poner más atención que nunca a nuestro estilo de vida, pero PARA NADA significa que vayas a ganar peso seguro o que ya sea imposible perderlo. El que sí que significa es que comer sano y hacer deporte aeróbico y de fuerza SON COMPLETAMENTE IMPRESCINDIBLES, ahora más que nunca.
La menopausia no te impide perder peso, pero te lo pone más difícil.
Cómo se logran estos cambios?
Principalmente, con humildad, amor hacia un mismo y poniendo mucha atención a la alimentación y al movimiento adquiriendo más conciencia de las acciones rutinarias. Para lo cual, es imprescindible poner en práctica ejercicios de monitorización.
En general, algunas de las estrategias implican aumentar las raciones diarias de fruta y verdura, evitar las comidas procesadas con azúcares y grasas malsanas y el alcohol, evitar la vida sedentaria aumentando el número de pasos diarios (andar, dejar el coche/moto, reducir horas sentado) y realizar ejercicios de fuerza muscular (a casa, en el gimnasio, etc.). Todo esto sin hacer dietas estrictas, para evitar el síndrome de adaptación (efecto rebote) y cuidar la nutrición de los sistemas óseo, dérmico y cardiovascular. Puede parecer que no es nada nuevo, pero en realidad es un ejercicio de autocuidado que consigue resultados mágicos si tienes constancia.