El calabacín es una hortaliza de verano realmente refrescante gracias a que el 95% de su peso es agua. Existe una gran variedad de calabacines con distintos tamaños, formas y colores.

Este vegetal pertenece a la familia de las cucurbitáceas, la misma familia que el melón, la sandía, el pepino o la calabaza. Las plantas de esta familia se conrean en los trópicos y zonas temperadas, con clima mediterráneo. En verano, con el calor, es cuando la planta llega a su plenitud y se pueden recoger los mejores calabacines.

 

Propiedades nutricionales del calabacín

El calabacín es un alimento de bajo contenido calórico que ofrece una amplia variedad de beneficios nutricionales .  Se caracteriza por su alto contenido de agua, fibra y micronutrientes como vitaminas, minerales y fitonutrientes.

Para aquellos que todavía no lo sepan, el calabacín se puede comer cocinado; a la plancha, en cremas, al horno, en salteados, al vapor…. o crudo en ensaladas, triturado en el gazpacho, en forma de carpaccio…  ¡y está riquísimo! Si lo consumimos en crudo tendremos mayor aporte de vitamina C que si lo cocinamos, ya que las altas temperaturas reducen el contenido de esta vitamina.

Otro tip del calabacín para mantener todas sus propiedades nutricionales es que nunca lo debéis pelar, simplemente se limpia bien con agua y se prepara para cocinar. También tendremos platos más bonitos y coloridos si dejamos la piel

 

 

3 formas de cocinar el calabacín

 

Espaguetis de calabacín

Limpiar bien 1 calabacín y con ayuda de un espiralizador de verduras se hacen los espaguetis. En el caso de no tener ninguno los podéis hacer manualmente con mucha paciencia cortando finas y largas tiras de calabacín.

Una vez hemos conseguido hacer los espaguetis, se pueden añadir crudos en la ensalada junto otros vegetales y aderezar con alguna vinagreta con aceite de oliva virgen extra. Si los preferís cocinados, los podéis saltear en una paella con un poco de aceite a fuego alto durante pocos minutos y añadir vuestra salsa preferida.

 

Carpaccio de calabacín 

Limpiar y cortar el calabacín a rodajas muy finas, casi translúcidas, con un cuchillo o con la ayuda de una mandolina. Una vez cortado, repartir las rodajas en un plato y añadir y/o aliñar a vuestro gusto. En nuestros carpaccios nunca falta:

– Tomate triturado natural o trozos de tomate seco

– Cualquier fruto seco cortado o triturado (piñones, avellanas, anacardos, pistachos…)

– Queso (parmesano, tipo cottage, Emmental rallado…)

– Fruta fresca (uvas, melocotón, mango…) o seca (pasas, orejones…)

– Aliño:  sal, pimienta y aceite de oliva VE o salsa pesto casera

 

Calabacines rellenos

Limpiar y cortar el calabacín por la mitad de manera longitudinal y hervir unos pocos minutos (o cocinar al horno). Esperar a que se enfríen y retirar la carne del calabacín con una cuchara evitando romper su forma. Hacer un sofrito de verduras, rellenarlo, añadir queso rallado y acabar de gratinar al horno.

Para el relleno ¡imaginación al poder! Puede ser sólo de verduras, con pollo o carne picada, con atún, con tofu, con soja texturizada, con o sin salsas…

 

Por supuesto hay muchísimas más formas de prepararlo. ¡Nos encantará que nos mandes tu receta preferida con calabacín!

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