FAQ’s
¿Tienes dudas? Aquí te ayudamos con las preguntas más frecuentes
¿Qué es exactamente el coaching nutricional?
Por lo general todos sabemos diferenciar si una alimentación es saludable o no, pero muy a menudo nos cuesta aplicarlo en nuestro día a día. Aquí utilizamos herramientas de coaching nutricional para trabajar aspectos que nos ayuden a vencer estos obstáculos. Identificamos objetivos y tenemos en cuenta las emociones, falsas creencias y valores individuales para conseguir comida más saludable.
¿Se adecuarán las recomendaciones a mis necesidades personales?
Las recomendaciones y/o pautas alimentarias que elaboramos se basan en una evaluación detallada de tus preferencias, objetivos y patologías, asegurando que cada plano nutricional engloba todas tus necesidades.
Por ejemplo, si quieres perder peso, no te gustan todas las verduras y te acaban de diagnosticar una osteoporosis, elaboraremos unas recomendaciones y/o pauta hipocalórica, aumentada en los nutrientes necesarios para la salud ósea, con las verduras que sí gustan y adecuada a tu actividad física.
¿Cuántas visitas necesito para cumplir mi objetivo?
No podemos saber el número de visitas necesarias hasta que sepamos el objetivo, tu grado de implicación y la respuesta individual de tu cuerpo.
Por lo general, cuando se trata de pérdidas de peso, se recomienda 1 visita semanal el 1er mes, visitas quincenales hasta alcanzar el objetivo y visitas esporádicas de mantenimiento. Sin embargo, en función del progreso, iremos decidiendo conjuntamente si es necesario espaciar o acortar el tiempo entre visitas.
¿Cuál es la diferencia entre el dietista tradicional y el abordaje de Think'Eat?
En Think’Eat no existen dos procesos ni dos dietas iguales. Todo lo que hacemos es 100% individualizado, ofrecemos un soporte continuado dentro y fuera de la consulta para garantizar una adherencia duradera a los cambios en el estilo de vida. No solo hacemos una pauta nutricional (en su caso) sino que te ayudamos a adquirir conocimientos nutricionales de calidad, recetas, organización, compra, etiquetado para que los hábitos alimenticios nuevos perduren.
A menudo nos comentan que más parecemos un psicólogo nutricional que un dietista. Esto se debe a que en nuestro abordaje tenemos en cuenta todo aquello, sea alimentario o no, que pueda influir en las decisiones del día a día.
Especialmente en los procesos de pérdida de peso nos diferencia que te escuchamos, te dedicamos tiempo, empatizamos, no te juzgamos ni regañamos. Pactamos cada paso que damos para ir a tu ritmo. El peso es un marcador más de evolución, pero ni es el único ni es el más importante.
¿Qué tipo de dietas hacéis?
Sea cual sea el motivo de consulta, siempre basamos nuestras recomendaciones y pautas en patrones alimenticios saludables, es decir, sin hacer dietas donde se eliminan sin motivo alimentos saludables como fruta, legumbre, pan o lácteos.
Sin embargo, sí hacemos las modificaciones necesarias en casos concretos donde existe un diagnóstico validado de intolerancia o enfermedad que lo justifique.
¿Trabajáis con alimentaciones vegetarianas o veganas?
Sí. Trabajamos con cualquier tipo de alimentación saludable, sea omnívora, “plant-based”, vegetariana o vegana.
También podemos ayudarte a dar el paso de una alimentación omnívora a vegetariana o de vegetariana a vegana para asegurar que no tengas carencias nutricionales.
¿Hacéis planes dietéticos por toda la familia?
Sí. De hecho, si no hay nada que lo impida, todas nuestras pautas se pueden aplicar al resto de la familia con pequeñas adaptaciones, ya que se basan en los principios básicos de alimentación mediterránea equilibrada.
En caso de que lo requiera, podemos elaborar un plan semanal alimentario para toda la familia adaptado al menú escolar.
¿Dais suplementos?
No, el suplemento no son la base de nuestros consejos, a pesar de que en algún caso puede ser interesante o necesario.
¿Dais pautas con alimentos difíciles de conseguir?
En general, iniciamos nuestras recomendaciones con los alimentos, recetas y métodos de cocción que ya son habituales para ti.
A medida que vayamos avanzando en el proceso de cambio de hábitos, podemos ir ampliando el abanico de alimentos, recetas y cocciones nuevas, especialmente si esto aumenta tu motivación para comer mejor, como acostumbra a pasar.